Dos Pulitzer en San Salvador
Roberto Valencia
Publicado el 18 de Mayo de 2013
Alejandra Xanic von Bertrab y Rodrigo Abd, premios Pulitzer 2013, llegaron a San Salvador en el marco del Foro Centroamericano de Periodismo. La charla-coloquio permitió conocer detalles como que ella tuvo que gestionar unas 800 solicitudes de acceso a la información para evidenciar la corrupción, o que él, en pleno frente de guerra en Siria, alguna vez pensó: “¿Qué mierda estoy haciendo aquí?”.


El fotoperiodista argentino Rodrigo Abd y la periodista mexicana Alejandra Xanic von Bertrab, galardonados hace poco más de un mes con sendos premios Pulitzer, se dieron cita en San Salvador, en el marco del Foro Centroamericano de Periodismo 2013 organizado por el periódico digital El Faro. El evento, empaquetado bajo un llamado explícito (“Conversatorio con los ganadores Pulitzer 2013”), permitió conocer las interioridades, las anécdotas y las reflexiones que llevaron a Abd y a Xanic a ganar el reconocimiento periodístico más importante del mundo.

El encuentro, celebrado en la tarde del jueves 16 de mayo en el salón Ernesto Álvarez del Museo de Arte de El Salvador (MARTE), fue moderado por el periodista peruano Gustavo Gorriti, ganador a su vez del premio María Moors Cabot en el año 1992. El auditorio estuvo lleno; y el turno de preguntas, animado.

Xanic von Bertrab obtuvo su Pulitzer en la categoría Periodismo de Investigación como corresponsable de un trabajo publicado en The New York Times, con el que evidenciaron que la poderosa cadena de supermercados Walmart en la primera mitad de la década pasada tejió una red de gestores que, mediante sobornos, logró corromper autoridades a distintos niveles para conseguir permisos de construcción de centros comerciales.

Walmart, explicó Xanic, creó “una estructura paralela de gestores que convertía los ‘No’ en ‘Sí’”, y para ello utilizaban “mordidas y sobornos”.

La investigación, liderada desde Estados Unidos por el periodista David Barstow, tomó 19 meses de trabajo, en los que Xanic tuvo que hacer un “uso intensivo de las leyes de transparencia” para la obtención de los documentos que permitieran demostrar la corrupción. Tuvo que gestionar unas 800 solicitudes de acceso a la información ante distintas instituciones públicas de diferentes estados y municipalidades de México.

Pese a la solidez de los hallazgos , en México no hubo condenas ni detenciones tras las revelaciones. Xanic señaló que eso no es razón para dejar de realizar investigaciones tan profundas y minuciosas como esta: “Este tipo de trabajos permite visibilizar la corrupción”.

Fotos de la guerra civil en Siria

Rodrigo Abd, por su parte, fue uno de los cinco fotoperiodistas de la agencia Associated Press (AP) que ganaron el Pulitzer en la categoría Fotografías de Actualidad, por su cobertura de la guerra civil en Siria.

Abd ingresó en el país árabe desde Turquía y permaneció varias semanas junto a los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS), una de las organizaciones que luchan desde inicios de 2011 para derrocar al presidente Bashar al-Assad. “Yo me propuse documentar las condiciones de vida de los civiles, el desastre de la guerra”, dijo Abd, quien tiene ascendencia siria, y para quien el regreso al país en el que nacieron sus abuelos, aunque fuera en estas condiciones, supuso una carga emocional adicional.

“Algunas anécdotas pueden resultar graciosas ahora, pero yo estaba completamente aterrado”, admitió Abd, en parte porque “estar en una guerra tiene menos glamour que lo que nos cuentan las películas”, en especial en un conflicto como el sirio, en el que hay “muy pocos periodistas cubriendo la noticia desde los frentes”.

Abd quiso destacar el acierto que tuvieron los editores de AP a la hora de apostar por un equipo amplio y cambiante para cubrir la guerra en Siria, lo que permitió que las 25 imágenes presentadas al Pulitzer fueran poderosas y balanceadas. “Solo con mis fotos nunca hubiera ganado este premio”, dijo, pero los editores tuvieron una visión de “trabajo en equipo” que convenció al jurado.

El fotoperiodista argentino, de hecho, ni siquiera sabía que sus imágenes habían sido presentadas al prestigioso premio, y supo que había ganado el Pulitzer apenas media hora antes del anuncio oficial.

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